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Descendiendo el Alberche. Desde Burgohondo al embalse de Burguillo.

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En nuestra última incursión al Alberche tuvimos a bien remar el tramo clásico que recorre sus aguas desde Puentearco a Burgohondo. En el descenso conocimos a otros piragüistas y con algunos de ellos, naturales de la zona, quedamos para enseñarles cómo navegan nuestros packrafts y remar junto con ellos los siguientes dos tramos hasta el Embalse de Burguillo.

Llegó el día y el agua había descendido un poco respecto al anterior descenso. Rubén y Jorge, así se llaman nuestros amigos piragüistas de Navaluenga, nos prestaron ropa para el descenso (hasta ahora yo he pasado más frío que nadie remando en mallas y zapatillas caladas). También organizamos con ellos la logística del río y nos enseñaron los trucos y secretos del Alberche: todo un placer.

Estos dos tramos son más sencillos, el primero de ellos que va desde Burgohondo hasta Navaluenga está graduado como II y según la guía (fundamental para nosotros de www.kayakspainguide.com ) con poco agua se convierte en un río plano en el que hay que remar todo el tramo. En nuestro caso el río fluía alegre y en él se suceden tramos de olas y rápidos divertidos separados entre ellos por zonas donde hay que remar. Se trata de un tramo bellísimo con abundante vegetación y aguas claras. Un placer. Tras él, continúamos hasta la cola del Embalse. Es un sector más técnico graduado de II+ con zonas en las que agradecimos los consejos de nuestros guías.

Al cabo de pocas horas llegamos a la cola del Embalse donde nos esperaba el coche y pudimos secarnos al sol de otoño sobre unas campas de hierba verde. El río Alberche se va perfilando como un lugar perfecto donde aprender y practicar las técnicas de aguas bravas de cara a futuros viajes y ríos. Todo ello, además, con los mejores guías de la zona. 


ARTÍCULO ESTRENANDO PACKRAFT por Carlos Almazán.

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Hoy tenemos la suerte de publicar una historia que nos cuenta sensaciones y experiencias cuando adquieres tu primer packraft. Carlos Almazán es un amigo aficionado a los viajes, deportes de aventura y naturaleza, que nos ha regalado este relato de gran utilidad para todos aquellos que quieran conocer como y por donde empezar.


ESTRENANDO PACKRAFT

Por fin, tenemos nuestros packrafts. Mi hermano y yo llevamos muchos meses leyendo y releyendo blogs y webs de fabricantes. Primero había que elegir el tipo de packraft. Después el material relacionado con las actividades de río, algo completamente nuevo para nosotros.
Con muchas dudas pero con la certeza de que la única manera de dar con el material adecuado iba a ser con la experiencia. Así que decidimos empezar comprando lo básico: el packraft (AlpackaYukon Yak) con cubrebañeras para aguas bravas y algún enganche extra (para en un futuro llevar la bicicleta), los remos (Manta Ray Carbon), el chaleco salvavidas (Onyx MoveVent Torsion), una bolsa estanca (Sea To Summit Big River 65) y unas correas de sujeción (Sea To Summit Alloy Buckle). Todo lo demás lo adaptaríamos de lo que ya teníamos: el casco de la bici y la ropa impermeable de senderismo.

Muestra del material adquirido. Carlos Almazán.

Ahora tocaba familiarizarse con esto del packrafting.
Queríamos ir poco a poco. El plan era empezar en un embalse, después en un río tranquilo y después ir progresando en ríos con rápidos más complicados.
El punto de partida iba a ser Zaragoza. Como ya sabéis todos, es necesaria la previa presentación de una declaración responsable para navegar en territorio español. Por suerte, un trámite sencillo y gratuito (qué menos). Nos dieron un número de matrícula que tuvimos que escribir con rotulador indeleble en las barcas.

El embalse elegido para estrenar las barcas fue el de Mezalocha, un entorno espectacular donde, por suerte, nos acompañó el buen tiempo a pesar de ser noviembre.
Extendimos las barcas en el suelo y empezamos a inflarlas con la bolsa que en tantos vídeos habíamos visto. Muy sencillo, en poco minutos ya estaban infladas. ¿Y estas varillas? Ah, para el cubrebañeras. Muy ingenioso también. En la caja vemos el único papel de instrucciones que viene con la barca, es para indicarte cómo tienes que atar el asiento al barco. Tiene buena pinta. Ya está todo, ¡al agua!

Primer inflado de los packrafts. Foto de Carlos Almazán.
Packrafts preparados y matriculados. Foto de Carlos Almazán
Supongo que ninguno de nosotros olvidaremos en primer día que nos subimos a la barca. La sensación de ligereza y comodidad fueron las que más me llamaron la atención.

Navegando en el embalse de Melzanocha. Foto de Carlos Almazán.

Emocionados, ya estábamos pensando en el día siguiente. Iríamos a Cabañas de Ebro,un pueblo al noroeste del Zaragoza.  Queríamos comprobar cómo nos apañábamos remando durante una jornada completa, llevando la mochila amarrada con las cosas que llevaríamos en cualquier travesía y  otras cosas a mano como el GPS, el agua y la navaja.

Nos acompañó de nuevo el buen tiempo y tal vez eso y la emoción del primer día hizo que llegáramos hasta la capital de Zaragoza. Diez horas remando, 48 kilómetros recorridos. Paliza desmesurada pero de la que sacamos muchas conclusiones que nos serán útiles en futuros viajes.

Navegando por el Ebro con packraft. Carlos Almazán
Navegando por el Ebro con packraft 2. Carlos Almazán.

Al día siguiente fuimos a los Pirineos franceses, en concreto a Azereix. En la zona hay muchas escuelas de kayak y pensábamos que nos podrían dar un curso. Pero no. ¿quién querría meterse en un río pirenaico en noviembre? Sólo hacen cursos en verano. Pues nada, aprenderemos solitos.

Antes de nada nos apetecía ejercitar un poco las piernas. Así que era el momento perfecto para hacer una excursión y meter en la mochila todo el material que llevaríamos una expedición de "packrafting". Las palas de los remos irían por fuera de la mochila y todo lo demás dentro. La próxima vez creo que pondré el packraft también por fuera, amarrado abajo. 


Mochila equipada para la excursión. Foto de Carlos Almazán.

Estuvo muy bien, incluso nos animamos a sacar los packrafts en un ibón a 1600 metros (Lac d’Aygue Rouye).

Lac d’Aygue Rouye con packraft. Foto de Carlos Almazán.
Los días siguientes los dedicaríamos exclusivamente a los ríos. Los rápidos que tanto imponían al principio ya se empezaban a disfrutar.  Esas zonas poco profundas que elegíamos por error en nuestras trayectorias no se volverían a repetir. Tampoco nos tropezábamos ya con las piedras escondidas debajo de las olas.
En tan poco tiempo vimos que estábamos aprendiendo mucho pero que también nos quedaba tanto por aprender. 
Descenso de ríos en Francia. Foto de Carlos Almazán
Rápidos + Packrafting. Foto de Carlos Almazán.
Ya estábamos soñando con el curso de aguas bravas clase III que vamos a hacer en Navidad en el Río Gállego (Huesca).


Carlos Almazán

Enhorabuena por el artículo, muy útil para aquellos que afrontan con ilusión esta nueva actividad. Gracias

Descenso del tramo alto del río Jaramilla, afluente del Jarama (Sierrade Ayllón)

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Continuando con la exploración que las sierras de Madrid ofrecen a las posibilidades del packraft, nos dirigimos Marco y yo hacia el puerto de la Quesera, en el macizo de Ayllón. Era una mañana fría y en la aproximación en coche las hayas de la Pedrosa descansaban heladas y blanquecinas, con una fina capa de nieve y escarcha en sus ramas. Este es otro de esos ríos difíciles de remar con cualquier otra embarcación que no sea un packraft pues es necesario que tengan mucho agua para ser navegados. Otro de los problemas es la vegetación con ramas y troncos que obstaculizan el cauce constantemente. Cerca del lugar llamado Los Paredones echamos nuestros barcos al agua habiendo previamente dejado escondida una bici en el camino de salida a la carretera para, con ella, volver pedaleando al coche. El río bajaba con fuerza, es estrecho y, como he dicho, golpearse con ramas y troncos es lo más habitual. Al final del recorrido una rama me había arrancado un pendiente y nuestros puños y caras estaban marcados por el latigazo de mil sacudidas. Los rápidos se suceden aunque son sencillos, en uno de los primeros una rama me enganchó y volqué. Tras unas horas emprendimos el camino a pie de subida hacia la carretera donde una bicicleta nos esperaba y con ella la vuelta al coche y a nuestras casas.

Es impresionante las posibilidades que esta sierra ofrece. Aún tenemos en nuestro mapa multitud de ríos que queremos descender y explorar, y excursiones a pie y en packraft en este lugar tan remoto y a la vez tan cercano a Madrid. 

Hayedo de la Pedrosa
Embarque.
Primeros tramos.
Primeros ràpidos.
Río Jaramilla.
Saliendo del cauce para orientarnos.
Salida del río.
Camino de vuelta.
Vistas del valle por el que discurre el Jaramilla.
Vistas del valle río arriba por donde discurre el Jaramilla.

Packrafting en Nueva Zelanda. Lista de Material. Willem Vandoorne

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Recordarán que hace un tiempo publicamos dos artículos sobre el material necesario para realizar una aventura en packraft, art. 1 y art. 2, con la intención de guiar a nuestros lectores sobre el equipo que debemos llevar en un viaje.

Pues si aún tenemos dudas, Willem Vandoorne, un asiduo en las noticias de Planeta Packraft, nos ayuda a resolverlas. Estos días Willem a compartido en su blog una entrada sobre el material que va a llevar en su próxima travesía de packrafting, a lo largo de la cuenca alpina, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.

Mapa de la ruta prevista por Willem Vandoorne. Imagen extraída de Willem Vandoorne
Willem es un detallista y a estudiado minuciosamente cada uno de los elementos que llevará en la mochila, tanto para las secciones de packrating con 12,4 kg de peso base, como en la secciones de pateo, 8,4 kg. Si quieres echar un vistazo directamente a su lista de material, pincha aquí.

Imagen de su viaje a Groelandia con packraft. Foto de Willem Vandoorne.
Mañana saldrá su vuelo para Nueva Zelanda así que desde Planeta Packraft no podemos sino desearle mucha suerte en este bonito proyecto de 1250 km. Pincha aquí para conocer más.




Mi hogar...., ES EL CAMINO. Exploraciones de Roman Dial en Alaska.

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A Alaska se la suele denominar la última frontera, un lugar por explorar que nos atrae a todos los que tenemos ese gusanillo, pero, ¿cuántos años necesitaríamos para cubrirla casi por completo?, la idea nos la da Roman Dial que ha publicado, aquí, todas las travesías realizadas de una semana u 88 km como mínimo, desde su primera travesía con 16 años a esta última con Luc Mehl . El resultado es el siguiente:

Mapa de Alaska con todas las  rutas de Roman Dial. Imagen extraída de su blog

- 850 días de travesías
- 100 viajes
- 23335 km
- En 37 años. 

Wow!!. Números que abruman a cualquier mortal y todo un ejemplo que nos enseña que existe una manera de vivir diferente a la que nos dicta esta sociedad. 

Mi hogar...., ES EL CAMINO. Alexander Supertramp (Christopher McCandless),

Gracias Roman por compartir esta información. 

Vídeo del descenso del Jaramilla. Últimas aventuras por la sierra de Ayllón.

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Marco en el tramo final de nuestro descenso.
Ya tenemos el vídeo de nuestro último descenso en la Sierra de Ayllón. Agua helada, ramas por todos los lados, buen caudal y rápidos divertidos. Como viene siendo habitual, montado y grabado por Marco García quien, al principio del vídeo, nos muestra cómo hablar con la cara y la mandíbula helada.


NOTICIAS BREVES. Nuevos cambios en Planeta Packraft.

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En septiembre del 2013 cumplimos un año. En el curso de este tiempo hemos logrado mantener una media de 4 publicaciones semanales (3 noticias y 1 artículo) y aunque podríamos haber hecho más y mejor, en general, estamos muy contento del resultado alcanzado.

Para el 2014 nos planteamos seguir en nuestra línea, pero con cambios. En ocasiones las noticias nos desbordan, por eso hemos ideado una nueva vía para compartirlas, NOTICIAS BREVES, una serie de 6 enlaces con sus respectivas fotos y títulos, insertados en la página de inicio, que iremos renovando casi a diario. Además, para complementar, tenemos la idea de crear una base de datos donde clasificaremos los breves según la temática y así queden archivados para cuando alguno necesite consultar determinada información.
Con esta nueva idea pretendemos que no se escape ninguna nueva noticia.
Al disminuir la presión de publicar 3 noticias a la semana también nos podremos concentrar que en la elaboración de artículos propios porque aún tenemos muchas ideas para compartir y en la captación de nuevos colaboradores. A pesar de este cambio, no dejaremos de ampliar noticias cuando lo creamos oportuno.

Espero que les guste este cambio, si tenéis alguna idea esperamos vuestros comentarios

Trekking y descenso en packraft en el alto Tajo. Ampliación del campo de juego.

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Estaba claro, el terreno del alto Tajo es un campo de juego ideal para el packraft. Sólo era cuestión de ponerse a explorar sus posibilidades. Un día de frío y lluvia de diciembre nos dirigimos hacia una de las poblaciones que descansan a su ribera: Carrascosa de Tajo.

La red de senderos bien balizados que recorren los alrededores y orillas del río nos sirvieron para diseñar una ruta únicamente realizable con nuestras barcas. Esta vez fue mi amigo Alfredo, un local de la zona, quien se encargó de diseñar la ruta y estrenarse con el packraft junto a mi.

La ruta comenzó con un trekking de más de catorce kilómetros, en los que atravesamos caminos, pistas y un pueblo, Oter. Tras la caminata hinchamos nuestras embarcaciones a la altura de Valtablado del Río. Y comenzamos el descenso.

Descendimos doce kilómetros en un marco bellísimo. Altos cortados a los lados, agua clara y fría y unos poco rápidos que animaban el descenso. Había mucho agua, unas condiciones perfectas para remar este tramo catalogado de dificultad I-II según la guía que se ha convertido en nuestra Biblia de otoño, la de www.kayakspainguide.com.

Tras los doce kilómetros llegamos a la represa de Carrascosa, donde plegamos y desinflamos nuestras barcas. Desde ahí un sendero GR nos dejar, en casi tres kilómetros, de vuelta en el coche.

En breve publicaré una guía más práctica para repetir esta y otras actividades. De momento os dejamos con unas cuantas fotos.



Salida desde el coche
Carrascosa de Tajo
Aproximación al Tajo
Cerca de Uter
Paladas en el remanso.
Vuelta a Carrascosa.

Artículo. Pescando con packrafts en la naturaleza salvaje, por Jon Dykes.

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Conocímos a Jon y su pareja Kristy, este verano, en el encuentro de Packrafting 2014, organizado por el APA (American Pacrafting Association). Ellos son una pareja llena de energía, amantes de la naturaleza, que desde el primer momento nos cayeron muy bien.
Hoy tenemos el orgullo de poder publicar un artículo de Jon Dykes. Jon es el creador de la Tabla Packraft (The Table Packraft) un invento que, sin duda, vale la pena si eres un aficionado a la pesca.

Muchas gracias Jon por cedernos este artículo, esperamos con impaciencia tus siguientes aventuras.

 El equipo de Planeta Packaraft


Wilderness Packraft Fishing

El Lago Ozette, en la Península de Olímpica, es el lago más lejano en el noroeste de los Estados Unidos continental y el mayor lago natural inalterado en el estado de Washington. Un lago con un ecosistema salvaje separado del remoto y accidentado océano pacífico por sólo unos pocos kilómetros de bosque lluvioso.



Kristy y yo nos propusimos en las vacaciones del 4 de julio, día de la independencia, hacer un bucle en el Ozette diferente con el objetivo de utilizar nuestros packrafts. Mucha gente camina el bucle superior hasta las remotas playas y otras navegan en kayak el Lago Ozette, pero al menos que tu tengas un packraft no puedes hacer ambas cosas. Nuestro plan fue remar el lago con los packrafts, enrollar nuestros barcos y luego hacer una caminata hasta el océano, desde ahí caminar hasta una playa remota y volver a través del Bosque Lluvioso al coche. Queríamos experimental tanto la naturaleza salvaje del lago como la del océano.

Como aficionado a la pesca, yo también estaba muy entusiasmado con tener un experiencia de pesca en el "salvaje" Lago Ozette. No hay mucha información sobre pesca en el lago, pero encontré unas pocas reseñas que hablan de la perca. Nunca había pescado perca, pero busqué en mis caja de aparejos algunos señuelos que me sirvieran como cebo tipo hiladero (spinner), etc. Usé la tabla Packraft para poder curriquear mientras viajaba alrededor del lago. También cuando nos deteníamos echaba unos lances desde la orilla. 

El viaje:
Llevamos a nuestras mochilas cargadas hasta donde íbamos a tirar el barco, inflamos los packrafts y ya estábamos fuera. No más de 5 minutos más tarde, nos encontramos con un pequeño ciervo de cola negra. Fue realmente genial ver a un ciervo desde agua y justo pasó cerca de nuestros barcos. Lo tomé como un buen presagio, este iba a ser un buen viaje.

El autor curriqueando  por el Lago Ozette con su caña  en la Tabla de Packraft
Remamos por el lago, disfrutando de verano al máximo. El clima en Julio era bueno y bueno era remar también. 

Viajábamos pasando el viejo matorral del bosque lluvioso costero y sobre el agua cristalina del Lago Ozette. El lago como destino no es nuevo. Esta ruta se ha utilizado a través de la historia por nativos y colonos debido a su ubicación única entre los ecosistemas lacustres y oceánicos. Se acaba de descubrir que un antiguo poblado desapareció, por un deslizamiento de lodo, hace 300 años (ver noticia de deslizamiento de lodo, unos meses antes, en Washington). Nos sentíamos muy conectados paleando y pescando como la gente lo ha hecho durante miles de años en ese lago. Curriqueé con diferentes "spinners" mientras remamos y nos detuvimos un par de ves a pescar, sin embargo, no cogimos nada esa tarde.

Acampados la primera noche en la costa del Lago Ozette. Foto de Jon Dykes
Lago Ozette. Foto de Jon Dykes
Nos habían advertido del viento que se puede levantar en un abrir y cerrar de ojos en el Lago Ozette así que nos quedamos cerca de la costa, listos para salir y caminar si era necesario. Efectivamente, cuando se acercaba la tarde el viento empezó a soplar. Fue racheado, pero sentimos que podíamos manejarlo. Con apuro, finalmente remamos hasta una tranquila bahía a la vuelta de la esquina. Nos esforzamos para llegar al campamento. El día acabó con un ideal atardecer de verano en el lago.

Después de montar el campamento, exploramos alrededor el area y fue emocionante ver algunas flores salvajes, de verano, en floración.
Solo un ejemplo de la diversidad de flores en ese lugar. Foto de Jon Dykes
A la mañana siguiente empaquetamos nuestro campamento y cargamos nuestros packrafts. Tuvimos que remar fuera de la bahía para encontrar el camino que conducía al océano. Cuando estábamos en ruta intenté curriquear con un "spinner" diferente y esta vez, como era temprano por la mañana, los peces picaban. A mitad de camino a través de la bahía, vi la punta de mi caña bajar. Picaron !!. Tiré de mi caña fuera y comencé a enrollar el carrete. Lo capturé y lo medí en la superficie de mi tabla de pesca (Packraft Fishing Table). Era una preciosa perca amarilla de 27 cm, un buen tamaño!. Yo estaba muy contento de coger mi primera perca, no digamos en una aventura de pesca, en packraft, en la naturaleza salvaje.

Picaron!!!. El autor con una perca de casi 30 cm.
Después de la captura, paleamos hasta el comienzo del sendero e hicimos el almuerzo. Sorprendentemente, nos encontramos allí con dos kayakers con embarcaciones de casco rígido. Se sorprendieron por las capacidades de los packrafts y no podían cree que nosotros fuéramos a guardar nuestros packrafts y caminar hasta el océano.
Ellos también estaban pensando ir de excursión hasta el mar, pero tendrían que esconder sus barcos y luego volver a remar hasta su coche. Nos despedimos, empaquetamos nuestras embarcaciones y seguimos adelante en dirección a la costa. Era nuestra primera experiencia de transición desde un ecosistema con agua fresca hasta el salado ecosistema marino en tan poco tiempo. Sabíamos que estábamos cerca de nuestro destino cuando el viento sopló con sal en el aire y pudimos oír el débil estruendo del Pacífico. De repente, salimos de la espesura del bosque y nos encontramos con la playa.

Kristy en la llegada a la playa. Foto de Jon Dykes
Montamos nuestro campamento en la playa y nos propusimos explorar la escarpada costa del Pacífico, dominada por elevados pilares de roca y diversos charcos formados por la marea. Fue muy interesante peinar la playa, buscar charcos y colectar algunas algas para picotear. Incluso volvimos a inflar los packrfts y jugamos con las frías olas. Cuando el sol empezó a ponerse labramos una tumbona de arena y disfrutamos asombrados de una inspiradora puesta de sol.

Al día siguiente recogimos nuestro campamento y caminamos por la playa de regreso al coche. Antes de que desaparecer dentro una estrecha franja de bosque lluvioso, subimos a uno de los pilares de piedra y disfrutamos de una última visión de 360 ​​grados.

Vista de 360º . Foto de Jon Dykes
Fue un viaje increíble y una experiencia impresionante de pesca en la naturaleza salvaje. No te pierdas nuestro vídeo sobre el viaje.



Jon Dykes.


NACE PLANET PACKRAFT. La versión en inglés de Planeta Packraft

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Hola amig@s hoy os presentamos Planet Packraft, página compañera de Planeta Packraft, desarrollada en inglés. Con este nacimiento esperamos llegar a más lectores y así poder aumentar nuestra comunidad de Planeta Pakraft.


Esto no quiere decir que abandonemos nuestra versión en español, seguiremos publicando mayoritariamente en español, Planet Packraft es solo un complemento que nos ayude a crecer.

Respecto a las redes sociales creemos que es más sencillo mantener solo PlanetaPackraft pero publicando tanto en español como en inglés.

Estamos muy emocionados con esta nueva etapa.

Saludos


Descendiendo el tramo alto del río Sorbe desde Cantalojas.

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Para poner fin a la temporada de otoño en la que hemos estado explorando las posibilidades de que la zona centro ofrece al packraft, nos dirigimos a los alrededores de Cantalojas, Guadalajara, una fría mañana de finales de diciembre. La intención era descender el tramollamado clásico del río Sorbe. Éste va desde el puente que cruza el río en la pista pasado el cnetro de interpretación del Hayedo de Tejera Negra hasta un barranco por el que cual ascenderíamos de vuelta en dirección al coche, aparcado previamente en Cantalojas. 
Saliendo desde Cantalojas

Tardamos algo más de una hora en llegar al punto de embarque donde inflamos nuestras barcas y comenzamos el descenso. Eran las 10 de la mañana y la temperatura rozaba los cero grados. Un buena actividad para estrenar nuestros trajes secos. La primera parte del recorrido es tranquila y los rápidos fáciles se alternan con remansos de agua clara. El río desciende entre altas paredes de pizarra que se levantan y desaparecen a cada meandro. Las orillas están bastante despejadas de vegetación, al contrario de otros ríos de esta sierra que hemos descendido. 
Marco, sus músculos, y su traje estanco nuevo.

A dos tercios del recorrido aparece un primer salto de unos dos metros, fácil, que cae sobre una poza. A este salto le sigue otro de cinco metros, que yo no me atreví a acometer y me escaqueé por la derecha Marco sí lo hizo y estrenó el traje estanco. Tras pasar los dos saltos una zona de rápidos te conduce a un sifón a la izquierda con el que hay que tener precaución. Más tarde otro rápido termina en una curva a derecha muy pronunciada  que termina en una poza. Tras la poza se encuentra el infranqueable, una sucesión de cascadas no navegables. Para evitarlas se encuentran un par de argollas a la izquierda desde las que rapelar. La instalación ha de ser revisada antes de emplearla.

Marco García en el salto de cinco metros.
Zonas frías y oscuras del descenso.

Como es habitual y debido a su ligereza, lancé mi packraft desde lo alto en vez de rapelar con él. Y al hacerlo éste quedó ensartado en una rama tronchada que miraba hacia el cielo desde el suelo. El descenso tuvo que acabarse algún kilómetro antes de lo que habíamos pensado. Llevábamos cerca de seis horas de actividad y tampoco teníamos demasiadas más de luz así que emprendimos la vuelta campo a través para conectar con una red de caminos y pistas que nos condujo hasta el coche en un par de horas.
Río abajo.
Raja en el packraft tras ser ensartado.

Se trata de una actividad increíble en un entorno de gran belleza y bastante aislado. Con cierta exigencia tanto física como técnica. En este tipo de actividades hay que tener precaución pues cualquier contratiempo puede alargar mucho la jornada y nos encontramos en un sitio muy aislado. Yo por mi parte jamás pensé que existiesen semejantes posibilidades de aventura en nuestras cercanas montañas.

Pequeña guía de actividades de un día en packraft por la zona centro.

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Nunca lo hubiese pensado pero en un radio de un par de  horas o poco más  desde Madrid hay una cantidad sorprendente de actividades para hacer en packraft de muchísima calidad. Mucha gente me lo ha dicho e incluso yo llegué a pensar que era cierto: el packraft no es para hacer cosas en España, ni siquiera en Europa. Mentira. Como siempre, es la imaginación lo que nos hace diseñar e ir en busca de la aventura y, con estos cacharros hinchables, a poca distancia de nuestra ciudad, la hemos encontrado. Las posibilidades son muchas sólo hace falta hacer uso de mapas y tener ganas de madrugar e investigar. 


Paladas cerca de la Hiruela.

A continuación detallo algunas ideas que en el último mes hemos desarrollado. Son actividades de un día que hemos realizado saliendo desde Madrid, madrugando y buscando la soledad de puertos, valles y montañas entre semana y, por supuesto, el agua. Han sido hechas este otoño, aprovechando el agua de las lluvias y basándonos, en su mayor parte, en la guía de kayak de www.spainkayakguide.com. Sin ellos todo hubiese sido muchísimo más difícil, se trata de una increíble fuente de información con varias guías de aguas bravas de zonas de todo nuestro país. Nosotros hemos trabajado con la de la zona centro  y con la de Gredos. Hemos hecho variaciones para adaptar los recorridos en kayak  a actividades donde pudiésemos hacer un uso del packraft en su esencia es decir, recorridos circulares con aproximación o retorno con la embarcación plegada en nuestra mochila, tomando la mayor ventaja de esta barca: su ligereza y su capacidad de ser transportada hacia lugares remotos.  En algunos casos lo hemos logrado y en otros no. 
Alfredo en la aproximación al Alto Tajo.

Lo he dicho otras veces: no tengo conocimiento de las técnicas de descenso de aguas bravas. Por ello, frente a rápidos que nos hemos encontrado en nuestro camino, estas embarcaciones son muy fáciles de portear: así se eliminan riesgos evitables. Hemos navegado en ríos por los que apenas se rema, por ello, la presencia de ramas y troncos así como otros obstáculos abunda: ello es un gran peligro. Hay que tener mucho cuidado a la hora de recorrer estos ríos por los que apenas rema nadie y de los que hay poca información. Otra vez la virtud de la ligereza de nuestras barcas nos puede ahorrar muchos problemas.
Marco saltando en el Sorbe.

Esta guía sólo ha de ser considerada como una fuente de inspiración. No es apta para navegar aunque he intentado que la información sea precisa. Los mapas son aproximados, así como horarios y referencias. Sirve sólo para dar ideas. Al ser una actividad más o menos nueva en estas aguas, hemos hecho muchas pruebas y experimentos, algunos han salido bien y otros no. Hemos remado ríos bellísimos con un caudal perfecto y también hemos porteado tramos agotadores. Ha habido mucha aventura y exploración, mucha más de la que aparece a continuacion y que guardamos para próximas reseñas. Doy las gracias a Marco y a Alfredo por subirse al carro de estas ideas muchas veces absurdas, por pegarnos juntos madrugones exagerados y echar el dia pasando frío perdidos por la sierra.  Espero que lo disfrutéis.

He dividido las actividades en zonas, comenzaremos por la SERRANÍA DE CUENCA:

1)Río Júcar

Punto de inicio: Pista junto al canal de la Toba pasado el pueblo de Uña
Punto final: A la entrada de Villalba de la Sierra.
Kilómetros: 3, 5 Canal de la Toba, 0,5 descenso al Júcar, 8 km. navegación del Júcar.
Dificultad en el agua: El primer tramo de río es de vegetación muy espesa, puede resultar agotador. Más tarde dificultad II y algún que otro salto.
Dificultad en las aproximaciones: Campo a través desde el puente al río.
Tiempo: Unas seis horas aproximadas, sin paradas.
Advertencias: Vegetación espesa en la primera parte del río.
Observaciones: La primera parte, hasta el puente, transcurre caminando junto a una acequia con agua. Las tentaciones de echar a remar dentro de ella serán muy grandes pero tened mucha precaución pues no está permitido y además nos internaremos en túneles de gran longitud en los que navegaremos absolutamente a oscuras: es peligroso. La acequia termina en un puente, aunque luego continúa paralela al río, pero en altura. Desde el puente hay que descender caminando hasta el río Júcar donde inflaremos nuestras barcas. Este tramo hasta el barranco tiene vegetación muy espesa y poca agua. Puede resultar agotador dependiendo del caudal. Más tarde llegaremos al barranco donde disfrutaremos del descenso con pequeños saltos, uno de ellos de unos cinco metros.

Mapa del recorrido: 


Aquí podéis ver un vídeo de la actividad para haceros una idea del recorrido: 





2) Barranco de la Hoz Somera más Hoz de Tragavivos

Punto de inicio: Pueblo de Santa Cristina (Herrería de Santa Cristina, Cuenca)
Punto final:Pueblo de Santa Cristina (Herrería de Santa Cristina, Cuenca) Circular.
Kilómetros: Unos 6 kilómetros aproximados en total. 2 de acceso, 2 para el barranco y otros 2 kilómetros por el río Guadiela.
Dificultad en el agua: Es propiamente un barranco con las dificultades propias de un descenso deportivo acuáticoEl Guadiela no posee ninguna dificultad.

Rápel más largo: 16 metros.
Links de interés: Aquí podéis obtener más información sobre el descenso del barranco.
Dificultad en las aproximaciones: Ninguna, por pista hasta la cabecera del barranco prácticamente.
Tiempo: 3 horas aproximadas, depende del caudal del Guadiela.
Advertencias: Es muy probable no encontrar agua suficiente al llegar al río Guadiela. El primer tramo es un auténtico barranco donde se deben conocer las técnicas necesarias para sus descenso deportivo (rápeles, manejo de cuerdas etc). Nosotros empleamos el packraft durante el descenso de manera un poco estúpida pero divertida. Lo podéis ver en el vídeo a continuación:


Estupidez y diversión. Packrafting en la zona centro from Hilo Moreno on Vimeo.

Aquí tenéis un mapa del recorrido: 



Y aquí un croquis del barranco:




3)Río Jarama-Hiruela-Cardoso de la Sierra

Punto de inicio: Cardoso de la Sierra
Punto final: Cardoso de la Sierra (circular)
Kilómetros: 3 kilómetros aproximados a la ida. 5 km de navegación y 3 kilómetros aproximados de vuelta.
Dificultad en el agua: II+
Dificultad en las aproximaciones: Dificultad de encontrar el sendero de aproximación hasta el río. A pesar de ello uno puede llegar al inicio yendo campo a través y valle arriba caminando cercano al río. A la vuelta, tras llegar al molino de la Hiruela, sólo hemos de seguir el sendero PR que nos llevará en menos de una hora al pueblo donde habremos dejado el coche.
Tiempo: 4/5 horas de actividad
Advertencias: Precaución con las ramas y con los perro pastores (mastines) que podemos encontrar en la aproximación.



A continuación podéis ver un vídeo de la actividad: 


4)Río Jaramilla-desde los alrededores del Puerto de La Quesera

Punto de inicio: Los paredones
Punto final: Ruta circular
Kilómetros: 5 kilómetros de descenso, 1 caminando y 7 kilómetros en bicicleta de vuelta al coche.
Dificultad en el agua: III (¡¡ramas!!)
Dificultad en las aproximaciones: Posibilidad de no encontrar el camino de vuelta a la carretera. Desde la carretera nosotros dejamos unas bicis para volver al coche
Tiempo: 5/6 horas aproximadas
Advertencias: Es fácil pasarse el sendero de salida a la carretera. Hay muchas ramas en el recorrido del río. Hay que tener mucha precaución con ellas, pues pueden ser muy peligrosas.
Observaciones: Recomendamos dejar una bici en la carretera en el punto indicado para volver con ella al coche. El recorrido es bellísimo pero está en un lugar muy remoto, debemos extremar las precauciones y ser autónomos en todo momento. Aunque estemos cerca de una carretera apenas pasan coches por ella, tampoco hay cobertura telefónica.

El vídeo: 




5)Río Sorbe (o río de la Hoz), desde Cantalojas

Punto de inicio: Pueblo de Cantalojas
Punto final: Pueblo de Cantalojas, ruta circular.
Embarque: GPS: N41 13.030 W3 17.278 
Desembarque: A la altura del rápel
Dificultad en el agua: III. Un infranqueable con el que hay que tener precaución.
Dificultad en las aproximaciones: Hasta el embarque es todo pista y en la salida hemos de orientarnos bien.
Tiempo: 1 hora hasta embarque junto al puente. 3 horas hasta el rápel. 2 horas hasta el coche de vuelta. Horarios aproximados.
Advertencias: Infranqueable, un rápel sobre dos argollas de unos 8 metros. Río remoto.
Observaciones: Se trata de un río muy interesante que transcurre por una zona remota y de mucha belleza. Encontraremos un tramo técnico con un par de saltos de dos y cinco metros. Tras ellos hay un sifón cerca de la orilla izquierda hacia el que te lleva la corriente. Más tarde encontraremos una zona de rápidos paralela a una pared en la orilla derecha, termina en un giro cerrado hacia la derecha tras el cual hay una poza. Ahí debemos bajarnos   y buscar el rápel sobre el farallón rocoso de la izquierda. Tras el rápel nosotros emprendimos la vuelta pues pinchamos la embarcación. Nuestra idea original era descender unos pocos kilómetros más y volver por el cañón siguiente. En vez de ello remontamos la ladera hasta el collado y descendimos por un bonito camino y luego pista hasta el pueblo. Una opción muy buena pues es más directa y también bonita. 

Vídeo de la actividad:

A continuación os dejamos un mapa con los recorridos en la Sierra de Ayllón:

 



6) Río Tajo zona de Carrascosa de Tajo

Punto de inicio: Carrascosa de Tajo
Punto final: Carrascosa de Tajo (circular)
Kilómetros: 13, 7 hasta el embarque, 12 de río, 2,5 km hasta el coche de nuevo. Total: 28/29 km.
Punto de embarque: Puente de Valtablado del río 
Punto de desembarque: Junto a la presa a la altura de Carrascosa de Tajo 
Dificultad en el agua: I-II
Dificultad en las aproximaciones: pista y camino perfectamente balizado.
Tiempo: 2 horas 45 minutos hasta el embarque; 2 horas y 30 minutos de descenso del río, 30 minutos de vuelta al coche. Tiempos aproximados sin paradas.
Advertencias: Buena remada final hasta la presa sobre aguas quietas.
Observaciones: Una maravilla de excursión en el Parque Natural del Alto Tajo, el tramo del río es bellísimo. Las aproximaciones son muy sencillas, en su mayoría por pistas. Se atraviesa el pueblo de Oter. El descenso del río es muy sencillo, muy bueno para la iniciación. 

Mapa de la actividad:



 Este es un vídeo de la actividad montado y editado por Alfredo en su primer día de packraft:




8)Alberche-tramo clásico

Punto de inicio (embarque): Puentearco, Av-901 GPS (N40 23.908, W4 47.795)
Punto final (desembarque): Puente de Burgohondo GPS (N40 23.924, W4 46.203)
Kilómetros: 4 km.
Dificultad en el agua: III
Dificultad en las aproximaciones: Ninguna, no hay aproximación.
Tiempo: 1 hora 30 minutos.
Advertencias: Atención a las nadadas, la piragua puede irse lejos.
Observaciones: Recorrido clásico de aguas bravas donde necesitaremos dos coches para su realización. No es una actividad propia para packraft, es decir, donde nos beneficiemos de su escaso peso para portearla. El embarque se realiza pegado al coche así como el desembarque. Es uno de los ríos más populares para la práctica de las aguas bravas en la zona cercana a Madrid y es muy probable encontrarnos con otros piragüistas durante el descenso.


9)Alberche-de Puente de Burgohondo a la cola del embalse de Burguillo.

Punto de inicio (embarque): Puente de Burgohondo GPS (N40 23.924, W4 46.203)
Punto final (desembarque): Cola del Embalse de Burguillo, a la altura de la gasolinera abandonada. GPS (N40 24.864, W4 39.856)
Kilómetros: 10
Dificultad en el agua: II+
Dificultad en las aproximaciones: 0
Tiempo: 3 horas
Advertencias: Atentos al azud.
Observaciones: Recorrido clásico de aguas bravas donde necesitaremos dos coches para su realización. No es una actividad propia para packraft, es decir, donde nos beneficiemos de su escaso peso para portearla. El embarque se realiza pegado al coche así como el desembarque. Es uno de los ríos más populares para la práctica de las aguas bravas en la zona cercana a Madrid y es muy probable encontrarnos con otros piragüistas durante el descenso.

Aquí tenéis un mapa con los accesos en coche al río y los tramos del descenso: 


Vídeo del descenso en packraft del tramo clásico del Alberche:

Trailer Los Ríos del Viento. Y páginas en blanco por Hilo Moreno

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Recientemente se ha publicado el adelanto de la película "Los Ríos del Viento" de Daniel Requena, que describe el viaje que realizó junto a Hilo Moreno de más de 1300 kilómetros, en canoa, por los ríos Porcupine y Yukón en el verano del 2012. De este modo mientras esperamos con impaciencia el filme completo podemos deleitarnos con este avance y creer percibir el aroma del Yukón.





Páginas en blanco. Una muy recomendable lectura.
Como cada año, nuestro compañero y amigo Hilo Moreno viaja por estas fechas al Sur del Mundo, a la Isla Livingston, para trabajar como guía en la base española Juan Carlos I de la Antártidad. Gracias a internet y a través de su página web conseguimos disfrutar de sus crónicas:

- Páginas en blanco 1. Ushuaia
- Páginas en blanco 2. Canal de Drake
- Páginas en blanco 3. Epidemia

Isla Livingston, Antártida. Imagen extraída de Hilomoreno.com

Suerte Hilo, desde Planeta Packraft seguiremos pendiente de tus aventuras blancas.


ARTÍCULO. ENTREVISTA CON MOE WITSCHARD

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Empezamos esta nueva sección de entrevistas a personas relevantes en el mundo del packrafting con Maurice Witschard, directivo y fundador de la Asociación Americana del Packrafting. A Moe los podemos definir de muchas maneras pero sobre todo como una persona que ama la naturaleza, en la actualidad vive en Bozeman, Montana y siempre que puede viaja a lugares remotos. 
Lo conocí en el encuentro de packrafting celebrado en Estados Unidos, el verano pasado, me sorprendió su carácter afable y sus ganas de ayudar siempre. Moe habla perfectamente español y tiene ascendencia de las Islas Canarias, su bisabuela era de la Aldea un pequeño pueblo de Gran Canaria. 

Imagen de Moe Witschard. Imagen extraída de la web de Hyperlite Mountain Gear

Moe, antes que nada, te agradecemos que hayas querido participar en esta entrevista en la que podremos conocerte un poco mejor. En estos momentos eres considerado uno de iconos del Packrafting. ¿Cuándo y de que manera empezaste en el mundo del packraft?.

Bueno, yo siempre he sido mochilero y he estado practicando kayak durante los últimos 20 años. Cuando vi, por primera vez, la foto de un packraft, hace unos 15 años, sabía que el packrafting era para mí. Durante años intenté conseguir que alguno de mis amigos comprara uno. Nadie lo hizo. Por último, compré mi primer packraft hace unos 7 años. Poco a poco, casi todos mis buenos amigos los tienen ya en la actualidad.

Trabajas como fotógrafo y guía, profesiones ambas que ejerces en el exterior y en la naturaleza.¿Cómo compaginas el packrafting con tu vida profesional?.

Para ser honesto, no lo combino mucho. Hago fotografía en los viajes de packrafting y grabo gran cantidad de vídeo, pero, en cambio, tiendo a llevar una cámara ligera de aficionado porque quiero mantener mi mochila cómoda y ligera. En dos ocasiones, me he cargado cámaras profesionales grandes durante un viaje de packrafting. Esto ha sido para documentar el viaje para unas revistas que me habían contratado. La mayor parte del tiempo, el packrafting y la fotografía profesional permanecen independientes.

En el año 2012 nace la Asociación Americana del Packrafting (APA). ¿Cómo surge y cuáles han sido sus logros hasta ahora?

El APA se inició en el otoño de 2012 a partir de un grupo de amigos. Creo que fue el tema de la prohibición de remar los ríos en el Parque Nacional de Yellowstone lo que proporcionó el impulso para comenzar nuestra organización. Hemos conseguido un avance sorprendente en esta cuestión. También hemos sido muy influyentes en la política del  Parque Nacional del Gran Cañón y en el Monumento Nacional de los Dinosaurios. Hemos educado a muchas personas sobre que es el  packrafting y el verano pasado organizamos una gran fiesta con el APA Roundup. Cincuenta packrafters alrededor de un fuego no es algo que se pueda olvidar pronto.

Sabemos de tu gran implicación en la organización del primer encuentro de packrafting en América (Roundup) por parte del APA. Todo un éxito donde los participantes salieron muy satisfechos . ¿Qué te gustaría comentar sobre dicha experiencia?
El  primer Roundup  que se celebró en julio de 2014 fue extremadamente memorable. Tuvimos packrafters de diferentes zonas de Nortemérica, así como de Tasmania y de las Islas Canarias. Todo el mundo estaba a tope. Me sentí como si estuviera con mi tribu!

Parece que el 2015, entre el 12 y 14 de Julio, habrá un segundo encuentro en Montana. ¿Cuál será el objetivo principal de este próximo Round Up?
Todavía estamos planificando este segundo encuentro de "packrafters". Uno de los objetivos será el bikerafting. Aprovechando que se van a unir a nosotros dos de los "bikerafters" con más experiencia vamos a hacer un taller de descenso en bicicleta donde los participantes tendrán la oportunidad, si quieren, de realizar un descenso de río y bicicleta. Personalmente, estoy muy entusiasmado con esta nueva idea!

Durante este año, desde Planeta Packraft, te hemos seguido la pista, primero en tu travesía por las Brooks Range con Marlena y luego con el descenso, en grupo, por el Gran Cañón. ¿Qué próximos proyectos tienes para el año que viene?
Mi próximo gran destino será la cordillera Brooks, en Alaska,  en el mes de junio. Vamos a realizar un viaje de 11 días por el río Okpilak que está en el Refugio de Vida Silvestre del Ártico. Nuestro plan es caminar toda la cabecera y luego descender el río hasta el mar de Beaufort, cruzar hasta la isla barrera y luego remar o caminar hasta la aldea de Inupiat Kaktovik, donde nos recogerán por aire.

¿Cuál es tu tipo ideal de viaje con un packraft?.  ¿Qué es lo que buscas en ellos?.

Mi viaje ideal es a menudo el último que he hecho!. Yo busco un área silvestre sobresaliente que tenga ríos que corran a través de ellos. Me gusta que, por lo menos, la mitad del recorrido sean millas de río, no me importa en absoluto si hay remo más que camino. Mi grupo de viaje ideal tiene de una a tres personas que realmente me gusten. Tengo que admitir que me encanta cocinar en los fuegos que hago, por lo que si el río por el que viajo tiene un montón de trozos de madera estoy bastante contento.

¿Cómo te inspiras para tus viajes y como los planificas ?
Yo nací con inspiración para la aventura, no sólo en el momento entre viajes. Los recuerdos de los viajes anteriores me inspiran. Los mapas me inspiran increíblemente, me encanta viajar cuando miro las curvas de nivel de las rutas. 

¿Cómo continuas tu vida al final de cada aventura?. Qué sientes en esos momentos?.
Normalmente vuelvo a mi vida realmente feliz, pero un poco a regañadientes. La transición no es difícil para mí. He tenido la suerte de hacer un montón de viajes por la naturaleza personales y de trabajo. En estos momentos, estoy bastante acostumbrado a la transición cuando vuelvo al "mundo real", sea como fuere. 


Por último, en el Round Up nos enseñaste algunas modificaciones realizadas a tu packraft. Puedes explicar, a nuestros lectores, cual es tu modelo favorito de packraft y como lo has personalizado?
Utilizo un Alpacka Yukon Yak con un cubrebañeras de aguas bravas. He añadido correas para los muslos que realmente me ayudan mientras remo por aguas blancas. El otro cambio que he hecho es el asiento, he movido el asiento hacia adelante e instalado un asiento y respaldo"Baylee" de Feathercraft. Me parece que este asiento es más cómodo que el que produce Alpacka.

Muchas gracias Moe. Espero que pronto nos volvamos a ver en la naturaleza.



Como guinda os dejamos una serie de magníficas imágenes que Moe ha querido compartir con nosotros, fueron tomadas durante la última travesía junto con Marlena por las Brooks Range, siguiendo el curso del Río Kongakut, Alaska:

Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard
Brooks Range, Kongakut River. Moe Witschard

Vídeo de Moe Witschard durante el descenso del Río Kongakut. Alaska

VÍDEO. "CAMINO DEL AGUA". LAPONIA FINLANDESA (5ª PARTE) PACKRAFTING

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Volvemos a estas líneas para escribir de Finlandia, ya con las miras puestas en otro lugar y otra luz,
diferente, que ya contaremos aquí dentro de un par de meses.

Y venimos hoy a cerrar un círculo que abrimos con una frase:

"Camino del Agua"

con la que queríamos transmitir nuestro breve camino acompañando a la lluvia caída en las inmediaciones de las fuentes del río Repo y, que iban a ir a parar, al mar finlandés que llaman Lago Inari.
Ya sólo nos quedará poner la información detallada de la ruta y los tracks, para quien quiera repetirla experiencia.

Río Ivalo, Laponia Finlandesa. Agosto 2014. www.planetapackraft.com
Dentro de la serie CAMINOS DEL AGUA, podremos ver:

Esperamos que les motive, a cada uno, a soñar microaventuras.
Salud a todos.




Fotos: Ivan Dominguez, Carmelo Peñate, Isidro Falcón y Eduardo Muñoz.
Publicadas con permiso de los autores


Imagen de Finlandia. Al norte, Kalmakaltio, lugar desde donde comenzamos la ruta y el lago Inari donde la terminamos. Laponia (Sapmi, para los lapones), comprende a grosso modo, la superficie de tierra que se encuentra por encima del círculo polar ártico.



PLANETAPACKRAFT, punto y seguido.

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Tras un paréntesis de publicaciones en las páginas de Planetapackraft, vamos a retomar el pulso de esta actividad en nuestro país, que cada vez tiene más adeptos, y fuera de él, mostrando cuando sea posible aquellos nuevos prototipos o las innovaciones en los ya asentados en el mercado, la aparición de nuevos materiales dentro del mundo del packraft o las diferentes rutas que se plantean tanto en el colectivo más puntero como en el más familiar o cercano.

Afrontaremos esta nueva etapa desde la perspectiva que da el tiempo vivido y las experiencias de todos aquellos, propios o amigos, que nos siguen, intentando que la página sea un lugar para compartir las vivencias o las dudas, tanto si somos expertos y queremos hablar sobre nuestra última actividad comprometida o si nos hemos comprado un packraft recientemente y queremos compartirlo con los demás lectores.

Parque Natural Alto Tajo. Agosto 2015. Foto Hilo Moreno
Partiendo de la base de que la aventura tiene un nivel para cada uno, y que éste está en lo que nuestra mente nos permita, cualquier aportación será bien recibida una vez que el protagonista es el sentimiento con el que contamos las cosas y el placer de ver en imágenes algo de lo que nos cuentas.

Desde estas líneas animamos a cualquier compañero de actividad que se lance a escribirnos su aventura, que nos mande unas fotos y que comparta su camino para ayudar a otros, para que otros disfruten con ella o cojan los datos necesarios para repetirla.

También intentaremos darle una aire nuevo al diseño de la página y completar nuevas rutas tanto en la sección Mapafichas como la kilométrica. Seguro que vamos haciendo una buena guía desde la que tomar ideas que nos lleven a nuestros propios caminos.

Desde Septiembre de 2013, en el que un grupo de amigos comenzamos la andadura, hace ya dos años, con idea de crear una comunidad de gente interesada en abrir los límites de nuestra capacidad para sorprendernos, sobre todo en la naturaleza, se han leído más de 114.000 páginas en unas 28.000 visitas, en las que la información ha ido paralela a su nacimiento y la ha seguido muchas veces hasta su desarrollo, y nos han visitado personas de 122 países, desde Omán a Palestina, desde la cuna del packraft en Alaska hasta las Islas Reunión en sus casi antípodas.

Mapa de visitas desde el año 2013. Fuente Livestatistics

Seguiremos escribiendo artículos sobre historia, material, viajes,...
Sabiendo como siempre que, el final no es la meta, el objetivo es el camino.


Te esperamos!!

Planetapackraft.com





GLACIAR SVARTISEN. José Mijares. "CUMPLIENDO VIEJOS SUEÑOS; LOS VIEJOS AMIGOS".

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Estimados lectores de PlanetaPackraft:

hoy inaguramos las entradas de esta nueva temporada, que comenzamos el 1 de octubre, y lo haremos con una serie de crónicas de viajes ya realizados por unos cuantos viejos conocidos y amigos algunos de ellos, que no han estado parados desde nuestra última crónica allá por febrero de este año.
Por ello, vamos a "recoger" sus crónicas, con su permiso, para darlas a conocer a aquellos que leen en otros países en las pantallas de sus ordenadores lo que aquí compartimos.

Para empezar, un amigo nuestro José Mijares, con Hilo Moreno de Planetapackraft, hicieron en Mayo una de esas travesías en las que hay muchas: "primera vez que utilizo..." y que dan un carácter diferente a la misma, con respecto a otras anteriores.
Por supuesto que no se puede quedar ahí la definición, aunque para que tengáis una clara, tendréis que pasar por entre sus líneas.

Recuperamos el artículo que Jose Mijares publicó en su página web.

Según la revista Barrabes.com, donde se publicó también este artículo: "La dimensión de esta nueva travesía, y el extensivo uso del medio acuático con el packraft en su primera parte, hicieron que José Mijares se viera obligado a dejar en casa a Lonchas; partió con otro viejo amigo de aventuras, Hilo Moreno, recién llegado de su trabajo como guía en la Antártida".

Viejos amigos, viejos sueños.

Packrafts como pulka. Glaciar Svartisen. Foto web Jose Mijares
José Mijares
Track de la travesía del glaciar Svartisen

Cumpliendo viejos sueños; los viejos amigos

Cruzar el Svartisen era un viejo sueño, otro mas de la lista. Que a este paso me va a pillar centenario si quiero terminarlos todos…

No me valía cruzar el Svartisen, rollo Svartisen Express y volver a casa a toda leche; quería que el cruce de Svartisen estuviera dentro de otro viaje, como una de esas muñecas rusas que esconden otra más pequeña y cada una más bonita que la anterior.

Un viaje completo donde el Svartisen fuera la perla, pero en el que los accesos dieran la cobertura a otro viaje, tan interesante o más que la propia travesía.

Es hilar fino, lo sé, pero cuando eres libre para ir donde quieres, tienes la libertad de elegir lo que te gusta y a nadie has de convencer.

El Svartisen es el glaciar más grande de Laponia, el segundo más grande de Noruega, dos grandes pedazos de hielo con más de 350 km2. Siendo un lugar tan salvaje, tan poco transitado, y en mi lista de viajes pendientes, no había dudas. Tenia que ir. Urgencias que se marca uno, como si la vida hubiera que exprimirla hasta la última gota.

José Mijares
En el interior del Svartisen
El glaciar arranca desde el mismo nivel del mar, todo él esta por encima del Círculo Polar Ártico en un Parque Nacional de 2700 km2, es de una belleza descomunal y tiene una característica muy especial y es que está dividido en dos calotas; lo que significa que cruzarlo es subir y bajar a dos glaciares distintos y ganar cada vez 1000m de desnivel. Una de las noches dormimos precisamente en ese valle que separa las dos calotas glaciares, un lugar mágico.

José Mijares

Pero empecemos por el principio. Al norte de Svartisen hay una ciudad llamada Bodo y al sur otra llamada Mo I Rana; Svartisen queda más o menos al sur de ese mapa. Para llegar al glaciar desde el norte, mucha mar y mucha nieve en los valles. Para salir desde el sur, bosques nevados y río encañonado.

José Mijares
Mar y glaciares
José Mijares
En el glaciar Svartisen

Después de mirar y darle mil vueltas al mapa, de buscar un viaje lógico, estético y donde cupieran todos los “juguetes” que tenemos en casa, la idea iba tomando forma.

El compañero de este viaje, el mejor. Mi amigo Hilo Moreno. Hemos viajado tanto que no necesitamos palabras para comunicarnos, una mirada y está todo dicho. Luego las palabras las derrochamos en cascada al atardecer con una sopa en las manos, hablando de los millones de viajes que nos gustaría hacer, de libros, de la vida.

Me “guasapeaba” con Hilo mientras él estaba trabajando en la Antártida como guía, yo le contaba como iba planificando la ruta.

Al final todas las piezas encajaron. Ahora sólo faltaba ir y hacerlo realidad.

En marcha. Packrafts en el mar

En corto, llegaríamos hasta el glaciar navegando desde Bodo y saldríamos navegando por un río del que no teníamos ninguna información, no sabíamos ni que clase de río era, dudábamos que estuviera siquiera descongelado.

La fecha era crucial en el viaje, teníamos que encontrar suficiente nieve para avanzar con esquíes desde el mar y teníamos que encontrar mares y ríos que no estuvieran helados. El mar no congela nunca en esta costa, pero queríamos acampar en su orilla, preferiblemente sobre hierba.

José Mijares
Acampada al borde del mar

Solo hay una fecha posible para tanto deseo; al menos este año tenia que ser la ultima semana de abril.

Nos encontramos en Bodo, yo llegaba unas pocas horas antes y me dedicaba a dar vueltas por una ciudad que hacia años no visitaba y que me sorprendió para bien. Por la noche fuimos a tomar unas cervezas a “Capitan Larsen” no me quiero ni imaginar como será esa taberna un sábado por la noche.

Al día siguiente, cuando le pedimos al taxista que nos dejara a las afueras de la ciudad, no entendía muy bien para que servia llevar una mochila con esquíes y remos, de hecho eso se convirtió en mantra cada vez que alguien nos veía. Como no veían el packraft, que deshinchado ocupa lo de una esterilla, alguno pensó que estábamos perdidos.

Navegar en el mar con packraft era nuevo para Hilo y para mi y desde luego no estábamos dispuestos a cruzar el fiordo de Bodo, de más de 4 km de ancho, así por las buenas para empezar.

Con mucha paciencia le dimos la vuelta a todo el fiordo hasta que casi al final decidimos poner proa a la orilla contraria. Un cruce de mas de 1 km.

Nos dio valor un islote con faro que había en el medio, parches psicológicos para hombres de tierra adentro.

José Mijares
Con el packraft por el mar

José Mijares
Con el packraft por el mar
José Mijares

En el mar si hay viento en contra, mucho oleaje o mar de fondo eres un muñeco, esa lección tardamos poco en aprenderla.

Cuatro días nos costó llegar hasta el ultimo valle, del ultimo fiordo, donde dejar los packrafts y comenzar la esquiada hasta el glaciar. Fueron sublimes, he de decir.

Hilo trajo su livianísima tienda de apenas medio kilo, con espacio para 4 personas. Una mochila que carga como un camión cisterna y pesa 5 veces menos que la mía y otros gadgets similares del ultralight al que es tan devoto y al que voy aficionándome cada vez más.

José Mijares
La tienda ultraligera de Hilo Moreno

José Mijares

Sacos de dormir de verano y quemador de gas. Abrigo el justo y la comida pesada al gramo, tanto que llegamos casi sin comida al fin del viaje y deseando encontrar comida de fortuna en alguna de las cabañas que encontramos en la ruta, no por casualidad dicho sea de paso.

Cuando terminamos las cuatro etapas marítimas y nos echamos al lomo las mochilas con todo el equipo, fue como echarse un rinoceronte al hombro. Cincuenta metros y teníamos que parar a descansar sobre los bastones. Infernal.

José Mijares
Mochila a cuestas

José Mijares


El glaciar. Packrafts como pulkas

De esa guisa porteamos 500 metros de desnivel y 13 km de distancia hasta una cabaña. Pocas veces he hecho un ejercicio tan bestia en toda mi vida. ¿Cuánto pesaba la mochila? Ni idea. Encontramos una bascula muelle en una cabaña, de esas que tiene hasta 25 kilos de limite y casi la revienta. La aguja luchaba por salir por el otro lado del medidor.

Al día siguiente teníamos claro que así no llegaríamos muy lejos, y como decía Hilo, ¡es que además no era nada divertido! Y veníamos a pasarlo bien, eso por encima de todo, sin diversión no hay viaje, ni éste ni ninguno. Así que pusimos en marcha el plan que teníamos en mente, hinchar los packrafts y usarlos como pulkas, solo para llevar en ellos los útiles de navegación: chaleco, remo, kit de reparaciones. Parece poco, pero le quitas 5/6 kilos a la mochila, yo además metí la basura y lo que me quedaba de comida, en total unos 10 kilos. ¡Qué ligera me parecía entonces la mochila, ahora si!

José Mijares
Altamente polivalentes: packrafts como pulkas

José Mijares
José Mijares
José Mijares
Salimos del refugio-cabaña un día soleado dispuestos a comernos el mundo. Nos comimos algo menos, pero llegamos hasta otra cabaña a la que teníamos echado el ojo y que resultó una mini cabaña con dos camas, luz eléctrica, cafetera, y radio.

Desde allí hasta el Svartisen teníamos un gran lago que cruzar, helado como el mármol. La lengua de acceso al glaciar, y que sabíamos era la vía normal de acceso, tenía unas buenas rampas y muchos kilómetros de subida por delante hasta la mítica cabaña de Takeheimen, donde llegué, por cierto, con mis últimas fuerzas.

José Mijares

Takeheimen es uno de los nidos de águila más bonitos que he visto y las vistas al día siguiente sobre el Fiordo de los Holandeses, impresionantes. Salimos de allí y fuimos avanzando por la llanura del glaciar hasta la lengua glaciar, que intuíamos, podría bajarnos de allí sin complicaciones y colocarnos en el valle entre glaciares. La lengua de bajada fue perfecta, la esquiamos entera hasta el final, aunque eso si, antes lanzamos los packrafts cuesta abajo a su aire.

José Mijares
Llegando a la cabaña, perfecto nido de águilas

El lugar escogido para acampar nos daba una inmejorable vista de lo que habíamos recorrido y también de la rampa enorme que debíamos acometer al día siguiente, casi al limite de lo esquiable con pulka.

La calota oriental es mucho menos transitada, mÁs rocosa y alpina. Después de un día entero esquiando por la parte Este del glaciar Svartisen, al final de la tarde encaramos el Fingerbreen y nos deslizamos más de 6 kilómetros cuesta abajo con una inclinación casi perfecta, parecía una pista de esquí, solo al final aparecieron grietas y seracs.

Encontramos el paso perfecto, justo por el centro del glaciar. En su morrena nevada y sobre un lago helado acampamos felices por el cruce.

José Mijares
La calota oriental, mucho más abrupta

José Mijares


De vuelta a los bosques

Volvíamos a los bosques y la nieve fofa por penúltimo día, sabíamos de una cabaña en el camino y pedimos a Odin que hubiera comida en ella. Estábamos tiesos de provisiones y hambrientos. Nuestros deseos fueron concedidos y en Blakadalashytta nos dimos un verdadero festín.

José Mijares
La cabaña en Svartisen.

José Mijares
Festín en Svartisen

Al día siguiente era 4 de Mayo y nuestro avión salía el 5 desde Bodo, así pues había que llegar hasta la civilización sin perder ni un minuto. Pero no teníamos ni idea de lo que nos depararía esa ultima jornada hasta un aparcamiento, fin de nuestra ruta a 27 km de Mo I Rana.

El mapa sugería un desvío con 500m de desnivel y evitar de esta manera un pronunciado valle junto a un río, ¿Por qué? ¿Por avalanchas? lo cierto es que oímos y vimos muchas y si ese era el motivo, era mas que razonable evitar atravesar una larga ratonera, pero analizando mapa y paisaje algo no cuadraba y decidimos seguir nuestro instinto y probar un río, que si estuviera descongelado y no fuera demasiado movidito nos llevaría hasta la misma carretera, para solaz de nuestros cuerpos.

Así pues nos lanzamos bosque abajo en busca de ese río, el camino estaba repleto de árboles y tuvimos que afinar para no acabar estampados en alguno de ellos. Al final de esa gloriosa bajada estaba el río, abierto y llamándonos, ¡qué lugar mas bello! Qué salvaje! Qué sorpresa mas encantadora y que buen río. Hasta que naturalmente empezó a encañonarse (encabronarse) y después de algún vuelco mío, eso sí, con mucho estilo, el río se convirtió en algo casi intransitable.

José Mijares

Apenas 1km antes del parking, sacamos los barcos del agua y remontamos hasta un camino nevado entre árboles, otra vez a calzarnos los esquíes y a dejarnos caer cuesta abajo hasta la carretera. Tuvimos nieve hasta el mismo asfalto a solo 25m sobre el nivel del mar, ¡¡¡qué final mas grandioso!!!

Pasada la euforia de ese gran final, la pregunta era cómo leches llegábamos a Mo I Rana, distante a 27 km, sin llamar un taxi. Hilo desplegó todas sus habilidades y convenció a un tipo que pasaba para que nos llevara en su pickup, al menos hasta el aeropuerto en la carretera principal y a solo 9 km de Mo I Rana. Me pareció un milagro que el tipo accediera a llevarnos. De hecho su perro iba sentado en los asientos traseros y nosotros como pordioseros en la caja; me acordé de Lonchas.

Desde el inicio del viaje he tenido la sensación de no estar en Noruega, los paisajes tan alpinos me parecían alasqueños, el uso del packraft de esta manera es algo que solo había visto en la tribu-packraft de Alaska, el wilderness…todo me hacia sentir fuera de Noruega. Acabar viajando de esa manera, en la pickup rumbo al aeropuerto, eso desde luego era más americano que noruego.

José Mijares

El taxi llego a buscarnos al aeropuerto y nos llevo hasta un hotel en el centro de Mo I Rana, no sin antes cobrarnos un pastón.

Cenando una hamburguesa en el bar del pueblo, Hilo pronunció una frase para el mármol:

“Me despido otra vez de Noruega, con un buen sablazo” 

José Mijares



........................

Sólo darle las gracias a José por compartir estas líneas. 

Un saludo amigos





TRAVESÍA SUR-NORTE DE ISLANDIA. A PIE Y EN PACKRAFT. Planetapackraft.

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En Junio de este año, un grupo de compañeros del entorno de Planetapackraft, nos aventuramos por tierras islandesas para realizar una travesía que llamamos: 

TRAVESÍA SUR-NORTE DE ISLANDIA. A PIE Y EN PACKRAFT


Hilo Moreno, Juan Carlos Jiménez, Jose Carmelo Peñate y Eduardo Muñoz completamos la travesía sur-norte de Islandia desde Vik hasta Akureyri, en trece días, en autonomía a pie y en packraft.
Tomaremos las palabras publicadas en la revista digital barrabes.com por Hilo Moreno como crónica del viaje.

“Hay algo en esto del ultraligero que, o no entiendo, o debo estar haciendo mal porque cuanto más ligero voy a un viaje, más pesa la mochila. Bromas aparte, hace poco acabo de volver de un viaje que sólo ha sido posible realizar con la filosofía más minimalista y el equipamiento más ligero. Hemos cruzado Islandia de sur a norte un grupo compuesto por cuatro personas. El viaje incluía muchos kilómetros a pie y unos cuantos en kayak hinchable, todo ello en autonomía y sin asistencia del exterior, de ahí el peso a cargar. Un viaje anfibio en el que hemos pasado los trece días calados hasta los huesos y entrando y saliendo del agua continuamente. Pero empecemos desde el principio y vayamos al origen de la historia, al nacimiento del anhelo, pues tras todo viaje siempre hay un anhelo inicial."
Hermenegildo, "Hilo" Moreno
Primeros pasos por tierras islandesas. Foto Hilo Moreno
Dispuestos a embarcar, en un río con dirección apropiada. Foto Hilo Moreno
UN POCO DE HISTORIA
Hace justo treinta años un grupo de españoles cruzaba Islandia de Este a Oeste. Era un puñado de jóvenes de entre diecinueve y veinte años. Al frente de aquella expedición había un chico llamado Ramón Larramendi quien años más tarde se convertiría en el artífice de una de las expediciones más importantes de España en las zonas polares, la expedición circumpolar en la que estuvo viajando durante tres años en el Ártico, pero esa es otra historia.
Las imágenes de aquel viaje fueron algo recurrente en mi imaginación durante mucho tiempo. Los años pasaron y mis ganas de visitar y cruzar el país siempre han permanecido en la recámara de mi imaginación, donde se guardan todos aquellos sueños y aventuras que seguro no dará tiempo a realizar, pero que sirve de guía para ir dando pequeños pasos por el mundo, o al menos intentarlo.
Remontando un río de desagüe glaciar para poder vadearlo. Foto Hilo Moreno
Pasaron los años y la oportunidad de visitar Islandia se presentó en forma de invitación de unos amigos a participar en un viaje a la isla. El tiempo y la disponibilidad no permitían un cruce horizontal de la isla pues trece días son muy pocos, pero sí se podía pensar en uno vertical. La formación inicial para esta aventura sufrió variaciones por diversos motivos desde el principio y al final estuvo compuesta por Eduardo Muñoz y José C. Peñate, dos bomberos de las Islas Canarias, y Juan Carlos Jiménez (Curro) compañero mío en la base antártica en la que trabajo desde hace nueve años, y yo.

PLANES
El plan también sufrió uno y mil cambios. En principio planeamos atravesar el glaciar Vatnajokull y bajar descendiendo uno de los ríos que de él emanan. Pero enseguida vimos que no sería posible dada la escasez de tiempo y el río, además, era demasiado técnico para descenderlo cargados como iríamos y con nuestro nivel de aguas bravas. Decidimos atravesar la isla por el centro, saliendo de las inmediaciones de Vik, en el sur y yendo hasta la localidad de Akureyri en la costa norte. Intentaríamos buscar un camino sencillo que nos permitiese avanzar veloces pues habríamos de mantener una media de casi treinta kilómetros diarios si queríamos alcanzar la otra orilla y eso, en un país con una climatología complicada como es Islandia, era algo que podía perfectamente no producirse.
A veces los vadeos debían hacerse con el packraft. Foto Hilo Moreno
HACIA ISLANDIA
Una tarde de mediados de junio nos juntábamos todos en el aeropuerto de Barcelona. Llegamos a Reykjavik y el equipo de Tierras Polares, la empresa creada por ese joven Ramón Larramendi que treinta años atrás había cruzado la isla y que nosotros ahora seguíamos sus pasos, o mejor dicho, los cruzábamos, nos prestó toda la ayuda necesaria para la logística. 
Vadeando ríos helados provenientes de glaciares a escasos metros. Foto Hilo Moreno
Al día siguiente comenzábamos el viaje en Vik y la jornada transcurrió bajo una constante lluvia, al final del día intentamos vadear un poderoso río que salía de las fauces de un frente glaciar. Hicimos varios intentos y en uno de ellos casi acabamos en el agua cuando unos trozos de hielo, pequeños témpanos a la deriva, pasaron flotando con fuerza al lado de nosotros, casi derribándonos como si de una fila de bolos se tratase. Resignados, montamos campamento totalmente calados, con la promesa de cruzar el río en kayak al día siguiente. Y así lo hicimos. Fue el primer momento en que entraron en juego nuestras piraguas hinchables (packrafts), con las que cruzamos los ríos que nos resultaban imposibles de vadear a pie.

LA ELECCIÓN DEL MATERIAL 
Muchos quebraderos de cabeza nos ha dado la elección del material para este viaje, su carácter anfibio y el desconocimiento del medio nos ha hecho tomar algunas decisiones arriesgadas en cuanto a qué material llevar. El punto crítico, como suele pasar en muchos casos, resultó ser el calzado. Al final la mayor parte de nosotros decidió emplear zapatillas ligeras para caminar y este es el único elemento en que, en mi opinión, fallamos. Ascendiendo metros en dirección al plató central y a partir del segundo día, nos encontramos nieve, mucha nieve. Según nos contaron luego se trataba de uno de los inviernos más nevosos que se recuerdan (no sé por qué siempre pasan estas cosas) y realizamos, prácticamente hasta el final de la travesía, todo el itinerario caminando por la nieve. 
Utilizando el packraft a modo de pulka (trineo de arrastre). Foto Hilo Moreno
Elegimos llevar zapatillas en vez de botas debido a que las primeras son más cómodas de emplear a la hora de remar y en condiciones secas (sin nieve) funcionan perfectamente. Pero como dije unas botas hubiesen sido más prácticas y mejor aún, unos esquís ligeros, probablemente de backcountry hubiesen hecho acortar y disfrutar mucho más el tiempo que empleamos.
Diversidad paisajística islandesa. Foto Hilo Moreno
Bajando cerca del glaciar Vatnajökull hacia las tierras altas (Highlands). Al fondo el glaciar Hofsjökull. Foto Hilo Moreno

EN ISLANDIA
Las jornadas eran largas pues debíamos de mantener nuestra media de casi treinta kilómetros por día si queríamos llegar a tiempo y no perder nuestro avión de vuelta. Al llegar al campamento, o a los refugios en muchos de los casos, no todos podíamos echarnos a dormir de inmediato. Edu trabajaba en la construcción de su remo, pues había perdido parte de él en el camino. Su constancia y buen hacer le otorgaron como premio una herramienta final que funcionó perfectamente en los días de remada, incluso con corriente y rápidos fuertes.
Vadeo con corriente. Foto Hilo Moreno
Navegando por una abertura en el lago Hagonglon. Foto Hilo Moreno
La tarde del séptimo día, cuando caminábamos penando hastiados sobre la nieve profunda, un enorme río encañonado por paredes de nieve modelada por el viento apareció frente a nosotros. Pasamos un rato estudiando los mapas e intentando comprobar si su navegación podría beneficiarnos y determinamos acortar el recorrido paleando río abajo. A los pocos minutos nos encontrábamos remando en el agua helada, protegidos por altas paredes de nieve y hielo y disfrutando del placer de devorar kilómetros sin apenas esfuerzo. El río, según nuestro mapas, debería desembocar en un lago pero continuaba avanzando en la dirección ideal. Tuvimos que bajar a tierra para cotejar la información y al hacerlo constatamos lo que estaba ocurriendo. Nos encontrábamos en pleno deshielo y el paisaje aún estaba configurándose, sta es una constante en Islandia, todo está en movimiento y transformación perenne. El lago, aun vacío, estaba llenándose con el agua sobre la que nosotros remábamos. 
Navegando por el agua que iba a llenar el lago Hagonglon, más adelante. Foto Hilo Moreno
Hay que adaptarse a esta transformación para recorrer su naturaleza y nosotros llevábamos, en nuestras mochilas, el equipo y los medios de transporte perfectos para hacerlo.
Las jornadas siguientes fueron las más penosas. La cantidad de nieve acumulada frenaba mucho nuestro avance y no encontramos más ríos que nos ayudasen en nuestro camino. Al menos la climatología nos acompañó y pudimos disfrutar de los principales glaciares de Islandia flanqueando nuestro camino a ambos lados. Los días se sucedían y los kilómetros nos iban desgastando pese a que el peso de la mochila se iba reduciendo. Por las noches montábamos campamento y desfallecíamos bajo un sol que nunca acababa de ponerse. El día número once de viaje llegamos al final del plató en forma de cabecera de un largo valle, verde y profundo, al fondo del mismo corría el río Eyjafjardará, que nos llevaría al final de nuestra travesía.
Saliendo del río hacia la dirección apropiada. Foto Hilo Moreno
Me gustaría contar que en cuanto empezamos a remar nuestros problemas y sufrimientos terminaron al tiempo que íbamos empujados cómodamente por la corriente benévola del río. Pero no fue así. Lo que empezó siendo un recorrido idílico por un valle verde lleno de caballos y aves se convirtió en una pesadilla cuando caímos, sin apenas darnos cuenta, en una zona de rápidos. En pocos minutos el desastre se produjo en forma de vuelcos, perdidas de remo y barco e incluso magulladuras, heridas y una gran abolladura en el casco de José C. Peñate. Por suerte, no pasó nada más. Yo estuve más de una hora intentando recuperar mi remo enganchado en una estructura metálica en mitad del río. Al final lo conseguí y cuando pretendí salir del cauce encañonado y reunirme con los compañeros tuve el primer contacto directo e intimo con el pueblo islandés: un grupo de mujeres y hombres, blancos como la leche, se bañaban desnudos en las aguas termales que un pequeño torrente generaba junto al río. 
El consumo de agua era directo. No hay ganado ni población. Sólo paisajes yermos y agua. Foto Hilo Moreno
Tardé tiempo en procesar la escena y no tuve el valor de pasar a su lado tras tantos días de aislamiento así que volví al cauce y me junté con mis compañeros tras seguir río abajo y llegar hasta un puente. El remo mixto (fibra de carbono/palo de escoba) de Edu milagrosamente había aguantado pero el de José C. se había perdido corriente abajo. A parte de eso y de tener varias contusiones y las zapatillas totalmente rotas, no hubo más daños. Los últimos kilómetros los tuvo que realizar en coche gracias a la misma vikinga salvadora que había ido en quad a recuperar su packraft unos cuantos kilómetros encallado río abajo. Nosotros remamos, ahora sí, el resto de las idílicas aguas. Lo hicimos durante toda la tarde y hasta bien entrada la noche, si es que se puede llamar así al mágico momento en que el Sol, posado sobre el horizonte, ilumina con débil luz los reflejos del agua y de las montañas sobre el valle.
De esa manera montamos campamento muy cerca del aeropuerto de Akureyri que se encuentra sobre el fiordo de la ciudad y que sería nuestro final de viaje y punto de encuentro con nuestro compañero.
Al final todos nos reunimos al mediodía de la siguiente jornada. Realizamos el último tramo andando sobre el asfalto de la carretera pues hubiésemos tenido que remar un lago sin corriente y con viento en contra y juzgamos más rápido el caminar por la carretera. Los camiones retumbaban a nuestro lado, remojándonos con sus salpicaduras y barro, un final poco glamuroso para un viaje tan salvaje y remoto. Pero llegamos al fiordo, y con él al aeropuerto donde todos nos reunimos y abrazamos y pudimos, por fin, echarnos a descansar y poner nuestras zapatillas a secar tras dos semanas bajo el barro, la nieve y el agua.
Hilo Moreno.

Los packrafts como pulkas son una herramienta versátil. Foto Hilo Moreno
Un saludo amigos.
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"Los ríos del Viento / The Wind Eaters". Película sobre una expedición a Canadá y Alaska.

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Uno de los alimentos básicos durante la travesía. Salmón salvaje.  Facebook https://www.facebook.com/YukoonExpedition2012
Hace tiempo que estaba dándole vueltas a la idea de volver a Canadá y sobre todo de cruzar la frontera de este país hacia Alaska, tal y como no pudimos hacer en nuestra expedición al Yukon de 2011. Un buen amigo y yo nos quedamos sin posibilidad de volver una vez empezado el camino del norte y pensamos, aunque la pasión nos empujaba, que no era muy aconsejable seguir, sin tener posibilidad real de volver a Dawson City, de donde partía nuestro avión de vuelta a España.
Maldito tiempo, bendito tiempo...

Y dándole la vuelta de tuerca a la página web de estas últimas semanas, mirando qué hay que mejorar y qué hay que desempolvar, me vino a la pantalla una noticia que dimos de un trailer publicado sobre una película/documental sobre esas tierras que iba a editar Daniel Requena y que se llamaría "Los ríos del Viento", explicando un viaje que hizo él mismo con Hilo Moreno, un año después que nosotros.

Y me puse a buscarlo por internet, encontrando con suerte, que se publicó este abril, el del 2015.
Y lo ví, y me gustó tanto y me trajo tantos buenos recuerdos que me dispuse a verlo con ganas, con esas ganas de revivir lo que fue mi viaje, en las imágenes de otros.

Y vaya que si me gustó!!

Cartel de la película The Wind Eaters / Los Ríos del Viento de Daniel 

Aunque estas páginas las dedicamos al packraft y su mundo, damos cabida a expediciones o proyectos, cualesquiera que sean, relacionados con la capacidad de sorprender nuestros sentidos, y como bien dijimos en una ocasión, habiendo llegado con un klepper doble a Dawson City, éste es un lugar de disfrute de los packrafts, lugar al que volveremos con nuestra embarcación en cuento se pueda.

Si tenéis un rato largo para perderos por Canadá y Alaska, os invito a que lo hagamos juntos.

Un saludo



De YouTube  "Los Ríos del Viento" de Daniel Requena.

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LUC MEHL. Travesía de Islandia

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Este año Islandia ha dado para mucho. Muchos grupos han contactado con nosotros y también viajeros en solitario, pidiéndonos información, lista de material y equipamiento, fechas y descripción de lugares. Tambien del cómo planteamos la ruta y cómo fue el desarrollo de la misma sobre el terreno.
Algunos a caminar y navegar, otros a pasear por sus innumerables micropaisajes, a ver sus cascadas o sus glaciares, sus lagos o sus campos de grava arrastradas por morrenas glaciares y escorrentías de los mismos, enormes, intransitables y terribles. O sus pozas de agua calentadas por la energía geotérmica tan abundante.

Vatnajökull. Glaciar más grande de Islandia. Foto: Luc Mehl
Islandia tiene mil pequeñas caras que mostrar. Una de ellas, la que nos enseña Luc Mehl y sus compañeros.
Nosotros nos planteamos una ruta pensando en caminar y navegar, pero en la mente, en las ganas del principio y en la pasión de descubrir nuevos retos planteamos una ruta que a la postre no realizamos pensando en el tiempo disponible y las habilidades generales del grupo (ver crónica aquí).

Pero tras venir y sentarnos cada uno en su casa a ver y plantear las fotos y vídeos y ver cómo ha funcionado el material y demás, mirando las cosas que hace la gente, vemos que Luc Mehl ha realizado una travesía de Islandia con la ruta que habíamos planteado originalmente para nuestro viaje.

Qué disfrute verla sobre el terreno!!
Las fotos nos maravillan y nos traen recuerdos tan buenos...
Pero mejor nos centramos en su crónica.
Está transcrita del blog de Luc Mehl (artículo completo), para aquellos que nos leen y quieran disfrutar de un buen rato.
Sólo decir a Luc Mehl, que siga realizando rutas inspiradoras, tal y como hace siempre. 

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L.M.: -"En la cabecera de Jökulsá á Fjöllum, un río de 200 km, de clase IV en Islandia, James Smith se sentó en un packraft por primera vez, se echó hacia atrás y hacia delante para probar el equipamiento, y dijo con una sonrisa de sorpresa, "Esto no es una mierda! (la lluvia goteaba de su casco mientras se empujaba fuera del basalto irregular y se deslizó en el agua gris-marrón). 
Era el momento de dejar que la gravedad se hiciera cargo".
Canales
L.M.: - "Durante los meses previos a nuestra travesía Islandia, James no fue nada tímido cuestionando el plan de Dan Rea-Dickens de utilizar packrafts Alpacka en lugar de kayaks. Dan y James son compañeros de kayak de Gran Bretaña, kayakistas de expedición de clase mundial que han remado en Kenia, Uganda, Pakistán, India, Chile, Noruega, Francia, Italia y Suiza. Conocí a Dan en Meghalaya, India, en 2013, y sugirió bajar con el packraft el río Jökulsá á Fjöllum desde la fuente hasta el mar. Sólo hay un descenso documentado del río desde su nacimiento, el primer descenso, en 1983, a pesar de que sin duda se ha hecho desde entonces. El equipo de 1983 transportó varias toneladas de equipo, incluyendo kayaks, balsas, y, aunque parezca increíble, aviones ultraligeros para explorar y portear las cascadas masivas (vídeo).
Debido a que el río Jökulsá á Fjöllum cubre más de la mitad del ancho de Islandia, Dan sugirió hacer una travesía completa de la isla, esquiar los más de 80 km del Vatnajökull, el glaciar más grande de Islandia, para acceder al río. El único problema era que Dan no sabía esquiar. Sólo había estado en esquís una vez, durante una hora, en la hierba (James añade: "En una de las regiones más planas del Reino Unido, famosa por el queso"). Para su crédito, Dan pretendía ir a esquiar en la nieve para prepararse para este viaje, pero el complejo estaba cerrado debido a demasiada agua en superficie. Lástima, hubiera sido una formación adecuada a Vatnajökull en julio. (L.M.: hace referencia a la cantidad de agua presente en el glaciar)"
L.M.:-"Envié Dan y James una lista detallada de los esquís recomendados, botas y equipo de glaciar. No consiguieron nada de la lista, optando en su lugar por el viejo material barato, y pesado. Ambos llevaron botas que nunca habían usado. Era una receta para pies destrozados, pero debido a sus fornidas expediciones en kayak, supuse que podían aguantar algún tipo de malestar. Prefiero tener socios con sentido del humor y bien mentalmente que con todo el equipo adecuado. Sus acentos británicos lindos ayudaron.
Cogimos un autobús desde Reikiavik a Jökulsárlón, una laguna río glacial en el sureste de Islandia. Vale la pena señalar la eficiencia de los nombres geográficos de Islandia. Jökulsárlón, la laguna río glaciar, significa, literalmente, "glaciar laguna río." Vatnajökull significa "lago del glaciar", y Jökulsá á Fjöllum se traduce como "río glaciar en las montañas." Pasamos mucho tiempo bromeando sobre el idioma. James sugirió que hay 50 palabras para describir la niebla, palabras de niebla río, la niebla gris, niebla blanca, niebla por la lluvia, la niebla con la nieve, la niebla para el desayuno, y así sucesivamente".
Camino a Vatnajokull
L.M.:-"No pudimos ver mucho del glaciar debido a la niebla, que me puso nervioso porque yo dibujé nuestra ruta basándome en imágenes de Google Earth en lugar de preguntar sobre los puntos de acceso establecidos. Si el hielo estaba demasiado roto, tendríamos que encontrar otra ruta. Seguimos la línea en mi GPS y aliviados, encontramos grietas menores. James cruzó un canal de agua de fusión lo suficientemente profundo para absorber su entrepierna justo antes de pisar el hielo, pero Dan y yo encontramos cruces menos profundos".
James se acerca el hielo
Vatnajökull primero de hielo
L.M.:-" A pesar de que las grietas no eran muy profundas, todavía teníamos que serpentean ineficiente a través de ellos, y no llegamos a la nieve hasta pasados 3 días (una distancia de 30 km, 20 millas). En la línea de nieve íbamos encordados y hablamos sobre los rescates en grietas, que Dan y James captaron rápidamente debido a que las técnicas de cuerda son similares a las del rescate acuático".
Hielo desnuda Vatnajökull
Dan en grietas
Vista desde el sur de Vatnajökull
L.M.:-"Las cosas fueron un poco más rápido una vez que llegamos a la nieve, pero todavía no podíamos ver nada. Pasamos tres días navegando con la brújula a través de varios tonos de gris. La nieve era demasiado lenta, de 20 cm de aguanieve en lugar de una superficie esquiable. Básicamente, toda esta sección no era agradable y el único aspecto redentor fue llegar a ver la resistencia de los británicos. Dan y James lograron esbozar sonrisas y hacer bromas cojeando con su equipo pesado, a través de las capas húmedas, y con ampollas masivas. Me quedé muy impresionado. Me dolía demasiado. Bebimos un poco de agua en mal estado en algún lugar y pasamos 3 días con un promedio más alto en mierdas que en millas. Empecé a recuperarme el último día en el glaciar; Dan siguió me siguió sonriendo, diciendo lo agradable que era verme comer de nuevo".
Whiteout
Cresta Vatnajökull
James Smith
Dan Rea-Dickins
L.M.:-" Después de esquiar a una altura de 1.500 m, tuvimos una bajada corta y empinada hasta el río. Toda la elevación la perderíamos en el agua; nunca he tenido un viaje tan puramente "arriba" y "abajo".
James dio a Dan una lección de esquiar en desorientación total y 20 cm de agua nieve. Éste decidió caminar. Aun así, fue casi tan rápido como yo esquiando hacia abajo con un esquí roto. Se me rompió un esquí detrás de la pieza del talón unos días antes, y tenía las dos mitades atadas".
Luc y esquí roto
L.M.:-" Bajamos por debajo de las nubes y vimos el interior de Islandia por primera vez. El paisaje era absolutamente lunar, negro roca y hielo gris, asombroso, después de cinco días en la niebla. Hemos pasado a caminar sobre roca y pasamos la noche acampados en un albergue turístico. Nos esperábamos menos trato, pero los anfitriones eran amables y negociamos Dan y James cerveza por los detalles sobre nuestro viaje".
James esquí
Salir del hielo
Descenso de hielo final
L.M.:-" Por la mañana nos recibió un vikingo Rafting, cuyo propietario es Chris Doyle-Kelly y algunos guías /amigos, Viki Þór Jörgensson, y Michael, para intercambiar nuestro equipo de esquí por el equipo de río. Dan trabajó para Viking hace unos años, y debido a su amistad, Chris y Viki se encargaron de todas nuestras logística. Viki fue a Reikiavik para coger nuestros suministros de río y también nos recogió en la costa norte. Además preparó un banquete de cordero asado. Fue el tipo de hospitalidad y generosidad que no se puede pagar realmente hasta que se invierten los papeles, así que estoy deseando acoger a estos chicos en Alaska".
Sólo Personal
L.M.: -" Sentimos como exhalamos un suspiro sincronizado de alivio cuando nos deslizamos en el agua. Debido a que el glaciar era mi dominio, sentía la responsabilidad y la presión al ir por él. Ahora podía relajarme, o algo así. Todavía estaba nervioso por el gran caudal de agua que nos esperaba en el río. Dan y James tomaron la iniciativa, emocionados de estar en el agua, porque eso es lo que les gustaba".
Alta Grimsstadir
Vista superior Grimsstadir
L.M.:-" Nuestro primer canal pronto se dividió en trenzas poco profundas y aguas estancadas, demasiado superficial para flotar. Subimos a las manchas de basalto para obtener una vista y determinamos que teníamos que caminar hacia el oeste hasta el próximo afluente. Estamos desalentados los barcos y se apoyó en un viento de cara desagradable. El peso de nuestros barcos más el equipo era el mismo que el peso de un kayak vacío, reforzando la idea de que los packrafts son útiles para las expediciones".
Shallow Grimsstadir
L.M.: -" El próximo tributario también fue de corta duración. Esta vez el tema era un flujo de lava joven (2014 a 2015) que redirigió el río. Escalamos por un flujo "aa" (grandes bloques en lugar de los flujos de lava pahoehoe, que son suaves y viscosos) hacia unos 50 metros de penachos de vapor que surgían de la roca. Había pistas jeep que invadían la lava. Regresamos al río y flotamos más allá, hasta el final de la roca donde empaquetamos nuestros barcos para ir de excursión al oeste, al canal principal".
James, vapor
James y respiraderos de vapor
L.M.:-" El canal principal empujaba contra una colina, un solo canal, en el fondo, rápido, y debido al verano inusualmente frío, sorprendentemente claro.  Sabíamos que estábamos en casa. Incluso con la lluvia horizontal y luchando contra un viento de frente, estábamos eufóricos de estar en el canal principal.
Durante los siguientes días, el río cambió de carácter varias veces entre las trenzas, el canal solitario, y el cañón. Cada cañón tenía una entrada peligrosa por detrás, una cascada con un borde afilado de basalto, que porteábamos, seguido de rápidos de la clase IV de onda estacionaria realmente agradables. Dan me marcaba las líneas más duras de estos rápidos para que estuviese listo para los imprevistos grandes que esperaban abajo".
Dan y James, mediados Grimsstadir
James, Grimsstadir
Dan y James, Grimsstadir
Refugio
L.M.:-" Increíblemente, el clima empeoró; la lluvia se convirtió en nieve. Vimos una estructura en la orilla, esperando desesperadamente que fuese una de las legendarios 'refugios de emergencia' que Dan mencionó. 
Resultó ser una estación meteorológica con llave. Resultó ser una estación meteorológica no muy bien cerrada. 
Nos metimos la cerradura, trasladamos la baterías y el nitrógeno del tanque y nos acomodamos en una tarde gloriosa en seco. Tuve la oportunidad de estirarme entero, Dan y James, a cada lado de mí, tenían que acurrucarse en sus lados. El manto de nieve era en realidad muy hermoso en la mañana, pero estábamos amargado por haber estado nevando en julio".
estación meteorológica
Nevado Grimsstadir
Primeros verdes, portage
L.M.:-" La sección que más nervioso me tenía estaba en el cañón Jökulsárgljúfur, largos rápidos clase IV por debajo de una cadena de cascadas masivas. No había ningún riesgo de acercarse accidentalmente a las cascadas; estaban marcadas con un penacho de niebla visible desde un kilómetro de distancia. Decidimos portear las cuatro caídas de una sola vez (un porteo de 10km), en lugar de ir por el agua. Esta fue una decisión difícil, el agua parecía increíble, pero no estábamos seguros de poder entrar y salir del cañón entre cada una de ellas. Las caídas son enormes: 11, 45, 27 y 7 metros de altura. La de 45 m (150 pies), Dettifoss, es la cascada "más poderosa" de Europa. La vimos probablemente con la mitad del caudal típico, y todavía era alucinante".
Cascada
Portage Grimsstadir
Grimsstadir
L.M.: -" Caminamos hasta pasada la medianoche hacia el campamento en la orilla del río por debajo de Rettarfoss, la cascada final de la serie. Nuestro primer rápido era una roca-rampa fuerte que culminaba en una pirámide de 2.3 metros de agua estancada. Después de ver a Dan y James, ambos empleándose a fondo, me puse a caminar. Bienvenido al barranco!!.
Dan y James me llevaron a través del flujo principal, y yo justo en sus colas para asegurarme de que iba en la línea correcta. Agradecía que el caudal fuera más bajo de lo habitual, pero aún así, todavía estaba fuera de mi zona de confort, lo suficiente para aprender mucho. Trip Kinney me dio una lección de las de Anchorage, que era básicamente, 'Hey diddle diddle, directamente en el medio"." James me dijo que la versión escocesa es 'Dinny violín, recta por el centro". Incontables veces me dije a mí mismo: '¿En serio? ¿Por qué me conducen al medio de ésto? Pero el medio no era tan malo; Aprendí a enterrar mi remo, usándolo como un ancla para tirar a través del tren de ondas. Me gustó mucho navegar hacia fuera en las crestas de las olas. Me pasó una vez, pero fui capaz de rodar fuera de él. Lo único que lamento es que no puse ningún esfuerzo en conseguir fotos o clips de vídeo. Yo estaba en el límite, respirando con dificultad, trabajando duro, y aliviado cada serie de rápidosque lograba pasar. Y, por supuesto, todavía estaba lloviendo. Me acosté con mi cámara dos noches para conseguir que estuviera lo suficientemente seca para trabajar con los botones."
Cañón Cañón
L.M.: -" Las paredes del cañón eran torres y acantilados de basalto increíbles, con radiantes uniones columnares. La combinación de las aguas bravas y el paisaje era lo mejor del mundo. Las orillas crecían más verde y las paredes del cañón comenzaron a ensancharse. Como los rápidos volvieron a ser menos intimidantes, me arrepentí de haber estado en el limite de todas las cosas grandes. Yo quería correr de nuevo, esta vez con más confianza. Dan y James lo pasaron muy bien también. Este fue el quinto día en el agua, y que habría sido un gran colofón con el que terminar. Pero todavía no estábamos en el océano.
Terminamos con 18 km lentísimos de agua de clase I para llegar a la costa y mar de Groenlandia. El río se dividío en dos canales, y tuvimos que tomar el canal más pequeño, ya que terminaba más cerca de una carretera. Con viento de frente, en la niebla y la lluvia, metimos la barbilla e hicimos 3 o 4 horas de remo continuo. Si dejabas de remar dejabas de avanzar. Desapacible. La playa nos estremeció, tomamos una foto, y comenzamos a soñar con el viaje en coche caliente para Akureyri. Hecho. Viki nos sacó de la carretera, a un restaurante y, a continuación, a sus literas vacías "para la mejor noche de sueño del viaje".
L.M.: -" Me encanta un viaje que te deje con ganas de más. Nuestra travesía me recordó cuánto de mi motivación para la aventura, se basa en el deseo de aprender. Dan, Santiago y yo nos turnamos para estar fuera de nuestra zona de confort, que parece ser sinónimo de estar en una zona de aprendizaje. Tenían que aprender acerca de los viajes del glaciar y acampar en la nieve. Luego nuestros papeles se invirtieron y yo llegué a aprender acerca de las expediciones de los ríos y el gran flujo de aguas bravas. Todavía estoy alucinando de lo mucho que aprendí; me encanta saber que soy mejor palista. Voy a volver a pasar por la lluvia y la niebla, pero estoy dispuesto a coquetear de nuevo con el borde de mi zona de confort".

Luc Mehl
Hecho, Mar de Groenlandia
inReachMap




Sólo me queda dar las gracias a Luc y sus compañeros por compartir este tipo de rutas que son motivantes y que nos enseñan a todos muchisimo.


PD: los packrafts que utilizaron fueron Alpacalipse de AlpackaRafts. (ver opinión sobre ello en la última parte del artículo de Luc. Nosotros volveremos sobre ellos, sus características y más opiniones en próximos artículos especificos)

Un saludo






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